El rugby, con su mezcla de estrategia, fuerza y emoción, ha regalado momentos inolvidables en la historia del deporte. A continuación, se destacan algunos de los partidos más memorables que han dejado huella en los aficionados.
Nueva Zelanda vs. Sudáfrica – Copa Mundial de Rugby 1995
Este encuentro es considerado uno de los más significativos en la historia del rugby. La final de la Copa Mundial de 1995 se celebró en Sudáfrica, donde el equipo local logró una victoria épica en tiempo extra gracias a un drop goal de Joel Stransky. Este triunfo no solo fue importante por el resultado, sino también por su simbolismo en la reconciliación post-apartheid.
Inglaterra vs. Australia – Final de la Copa Mundial de Rugby 2003
La final de 2003 es recordada como un clásico. Inglaterra y Australia se enfrentaron en un partido que se decidió en tiempo extra, donde Jonny Wilkinson anotó un drop goal que le otorgó a Inglaterra su primer título mundial. La intensidad del juego y la presión en los momentos decisivos lo convirtieron en un hito del rugby.
Irlanda vs. Nueva Zelanda – Chicago 2016
En 2016, Irlanda hizo historia al derrotar a Nueva Zelanda por primera vez en su historia, con un marcador de 40-29 en el Soldier Field. Este partido no solo fue un triunfo deportivo, sino una reivindicación emocional para un equipo que había estado a la sombra de los All Blacks.
Sudáfrica vs. Nueva Zelanda – Rugby Championship 2013
Este enfrentamiento fue otro ejemplo de la calidad del rugby en el hemisferio sur. Sudáfrica se llevó la victoria por 27-25 en un partido cargado de tensión y calidad técnica. La rivalidad entre estas dos naciones siempre promete espectáculo.