En un giro que ha generado controversia en el mundo del rugby, la Federación Francesa de Rugby (FFR) ha decidido enviar un equipo debilitado para la gira a Nueva Zelanda programada para 2025. Lo anterior, de acuerdo a una noticia publicada por el sitio web oficial de Planet Rugby, el día 2 de octubre del año 2024.
Según la publicación, esta decisión ha provocado una fuerte reacción de los directivos de Nueva Zelanda Rugby (NZR), quienes han expresado su enojo al considerar que esta medida desvaloriza una serie de gran importancia y prestigio.
Impacto en la promoción del evento
El enfrentamiento entre Francia y los All Blacks, programado para julio del próximo año, suele despertar un enorme interés mediático y comercial, especialmente dado que ambos equipos se encuentran entre los cuatro mejores del ranking mundial de Rugby. Sin embargo, la FFR ha confirmado que los jugadores que lleguen a la final del Top 14, prevista para finales de junio, no formarán parte del equipo que viaje a Nueva Zelanda. Esta estrategia es parte de un ciclo de preparación para la Copa del Mundo de Rugby 2027 y busca gestionar de manera más efectiva a los jugadores más solicitados.
La decisión ha sido criticada por su falta de consideración hacia el valor de la serie, ya que figuras estelares como Antoine Dupont podrían no participar, lo que limita las oportunidades de marketing y promoción de los eventos. Según el periodista Will Kelleher, la reacción de NZR se debe a la anticipación con la que Francia ha comunicado su intención de presentar un equipo alternativo, lo que, según él, “desvaloriza una mega serie”.
Defensa del entrenador francés
Fabien Galthié, entrenador de Les Bleus, ha defendido la decisión argumentando que es fundamental mantener la salud y el rendimiento de los jugadores en el contexto de un calendario internacional cada vez más exigente. A pesar de las críticas, Galthié se mantiene firme en su enfoque estratégico, indicando que la continuidad en la gestión de los jugadores es clave para el futuro del rugby francés.
Este desarrollo resalta las tensiones existentes dentro del rugby internacional, donde las prioridades de las federaciones pueden chocar con las expectativas de los aficionados y del propio deporte.